Soluciones basadas en la naturaleza: ¿Qué son? ¿Puede la tecnología potenciarlas?
Podrían proveer 1/3 de la mitigación climática necesaria para llegar a las metas del Acuerdo de París, pero reciben solo el 3% de financiamiento.
“Hay una máquina mágica que absorbe CO2 del aire, cuesta muy poco a nivel monetario, y se construye a sí misma. Se llama árbol. Un árbol es un ejemplo de solución natural para el cambio climático”. Explicaba en un video de 2019 el periodista inglés George Monbiot hablando sobre soluciones basadas en la naturaleza (NBS, por sus siglas en inglés).
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), pionera en promover el concepto hace más de 20 años, describe a las NBS de esta manera:
Las soluciones basadas en la naturaleza son acciones para proteger, gestionar de manera sostenible y restaurar ecosistemas naturales y modificados, abordando desafíos de la sociedad de manera efectiva y adaptativa, beneficiando simultáneamente a las personas y la naturaleza.
Los ecosistemas saludables proveen condiciones esenciales para la vida de todos los seres: absorción de carbono, seguridad alimentaria e hídrica, calidad del aire, salud, resiliencia ante eventos extremos, etc.
Las acciones que se enmarcan bajo el paraguas de NBS tratan de proteger ecosistemas saludables, restaurar ecosistemas degradados, manejar sustentablemente explotaciones económicas de sistemas acuáticos y tierras productivas aplicando prácticas regenerativas, y crear nuevos ecosistemas dentro y en los alrededores de centros urbanos. El objetivo es mejorar variables ecológicas del entorno tratado (secuestro de CO2, biodiversidad, filtrado de agua o variables propias de ese ecosistema). Para lograr el éxito de estas acciones, en la comunidad científica hay consenso de que se tienen que implementar con involucramiento y consentimiento de las comunidades locales.
La IUCN estima que las soluciones basadas en la naturaleza pueden proveer 1/3 de la mitigación climática necesaria para llegar a las metas del Acuerdo de París. Sin embargo, de acuerdo a estimaciones éstas reciben solo el 3% del financiamiento climático global.
Los emprendimientos y la tecnología pueden tener un rol importante en el camino a escalar estas soluciones. Tal es así que el año pasado la ONG norteamericana Nature Conservancy lanzó un programa de aceleración llamando al mundo tech a orientar su creatividad a “resolver problemas que de hecho importan” y recientemente se lanzó otra convocatoria para startups que estén trabajando para acelerar NBS de ‘alta-integridad’.
¿De qué forma la humanidad y sus invenciones tecnológicas pueden trabajar inmersas en la naturaleza propiciando condiciones para revertir problemas ambientales? ¿Qué ejemplos encontramos en los que intentamos usar tecnología para potenciar NBS, pecamos de omnipotentes y metimos la pata? Veamos ejemplos.
Tecnologías para potenciar soluciones basadas en la naturaleza
Una de las áreas en las que la tecnología puede tener un rol importante es en la de monitoreo, reporte y verificación del impacto de estas soluciones. El mercado de CO2 es un buen ejemplo: la demanda de créditos puede impulsar la expansión de proyectos que remueven carbono de la atmósfera, pero para ello es necesario que haya credibilidad en ellos.
El éxito de Pachama demuestra que hay una gran área de acción en este sector. Esta startup fundada por el argentino Diego Sáenz Gil utiliza machine learning e imágenes satelitales para analizar proyectos forestales y estimar su capacidad de absorción de CO2, además de monitorear cambios en la cobertura vegetal. Estas herramientas sirven tanto para curar una lista de proyectos forestales de alta calidad para inversores como para planificar proyectos futuros en base a las condiciones del terreno.
Otros proyectos como Cloud Agronomics utilizan AI e imágenes hiperespectrales para cuantificar el almacenamiento de CO2 en el suelo y los efectos positivos de prácticas de agricultura regenerativa. Esto ofrece una forma más eficiente de verificación y recompensa de buenas prácticas agrícolas (como corredores de biodiversidad, cultivos de cobertura, rotación de cultivos o paisajes productivos).
Taking root promueve la reforestación a través de pequeños productores y propietarios de tierra. El modelo económico actual incentiva a deforestar y a adoptar prácticas que favorecen la maximización de rindes en el corto plazo en detrimento de la salud de los ecosistemas. Este proyecto revierte el modelo: incentiva a los productores a plantar más árboles, ofreciendo verificación y herramientas para acceder al mercado de CO2 a través de ingreso de datos con móviles, sensores de datos remotos y machine learning.
Rainforest connection previene la deforestación ilegal y la caza de animales en selvas tropicales a través de monitoreo acústico. Su sistema envía alertas en tiempo real cuando detecta ruidos de sierras eléctricas, camiones u otras señales de incursión. Además, el monitoreo bio-acústico permite nuevas formas de entender a estos ecosistemas y ofrece datos para el monitoreo y estudio de miles de especies.
En el newsletter pasado hablábamos del movimiento Refi, regeneration finance, que se vale de blockchain para generar incentivos para retribuir servicios ecosistémicos, o ayudar a la conservación a través de la representación de tierras con NFTs. Pueden leer más en la edición anterior, o ver proyectos como Moss.Earth, GBMland.io y el sin fines de lucro Rewilder.
Estos son algunos ejemplos de tecnologías que potencian NBS en ecosistemas terrestres, que representan el 30% de la superficie de la Tierra. Hay una enorme oportunidad de acción en la restauración de hábitats oceánicos, el restante 70% de nuestro planeta.
La protección de ecosistemas marinos (manglares, marismas de agua salobre, y praderas de seagrass, entre otros) y la implementación de cambios en prácticas de pesca y cultivo de algas tienen un potencial de reducción/secuestro de 6.3 a 10 gigatoneladas de CO2 equivalente (Project Drawdown).
Un proyecto de base tecnológica en esta línea es Planblue, una startup que usa ‘satélites submarinos’ para construir una base de datos del suelo oceánico combinando imágenes hiperespectrales y RGB con navegación submarina y AI. Sus mapas interactivos del suelo marino simplifican datos para hacer el conocimiento más accesible y permitir el desarrollo de industrias sustentables de la llamada ‘economía azul’.
La startup alemana Viva Maris promueve el uso sustentable de algas a través de la creación de alimentos híper nutritivos a partir de ellas, promoviendo la biodiversidad oceánica e incorporando pescadores con experiencia al circuito.
Tecnologías y casos polémicos
Las soluciones basadas en la naturaleza crean poca polémica en general: ¿quién diría que conservar bosques o que restaurar ecosistemas oceánicos es malo? Pero la otra cara es que sus beneficios dependen de muchos factores; y, si no son llevadas a cabo con diligencia, terminan teniendo poco o nulo impacto, o incluso impacto negativo. Por ejemplo, si los proyectos de reforestación no se cuidan adecuadamente y los árboles mueren, vuelven a emitir el CO2 que almacenaron. Si se regeneran bosques con especies exóticas, el efecto puede ser perjudicial. El entusiasmo por prácticas como la plantación de árboles puede limpiar conciencias y facilitar el greenwashing, permitiendo que empresas sigan contaminando.
El uso de nuevas tecnologías también genera casos de borde y polémicas.
Para los creadores de la startup Living Carbon, la eficiencia de captura de CO2 de la plantación de árboles puede abordarse desde otro lado: los árboles en sí. Este emprendimiento modificó genéticamente árboles para incorporar una mejora de la fotosíntesis que los ayuda a crecer más rápido, acumulando un 53% más biomasa que plantines de control (lo cual significa más captura de CO2). También desarrolló una característica de acumulación de metales para que los árboles absorban metales en sus raíces y tallo, los cuales -de acuerdo a su relato- disminuyen la descomposición de la madera (creando productos madereros más durables y reteniendo el carbono por más períodos de tiempo).
Pero… ¿qué efectos tienen estos árboles en los ecosistemas que los rodean? Sabemos que las especies exóticas hacen desastres en ecosistemas nativos. ¿Cómo afectarían estos ‘super árboles’ a otras especies, y al consumo de recursos como agua o nutrientes? ¿O simplemente los mantendríamos aislados en comunidades de súper árboles y los trataríamos como seres inertes, simples depósitos de minerales?
En otra línea, Running Tide usa robótica para el manejo de granjas de acuicultura de alto rendimiento: cultivan algas kelp o moluscos en incubadoras con salinidad y temperatura controlados, y los transfieren a granjas oceánicas para su crecimiento. Así logran ‘cosechas’ de estos ‘productos’ a una fracción de costo, tiempo y espacio. Esto, en teoría: a pesar de sus rondas de inversión exitosas, la empresa sufrió pérdida de personal científico que criticaba a su cúpula directiva por no prestar atención a los efectos potenciales de sus planes en el océano (prácticas controversiales incluyen el agregado de nutrientes al océano para estimular el crecimiento de macroalgas).
En la medida que más emprendedores intentemos encontrar soluciones tecnológicas para potenciar NBS, seguramente irán surgiendo más casos polémicos. Es importante que usemos la tecnología para apalancarnos y potenciar soluciones, pero aprendiendo del pasado, así lo que aceleramos es la creación de soluciones y no la aparición de nuevas crisis.
NBS Low-fi
Las soluciones basadas en la naturaleza por supuesto pueden ser low-fi. Prácticas como la producción agroecológica, la implementación de paisajes multifuncionales y corredores biológicos, la reforestación o aforestación tienen un enorme potencial de reducción y captura de gases de efecto invernadero.
Drawdown estima el impacto de la protección de más bosques (de 335 a 466 millones de hectáreas) en 5,55 a 8,83 gigatoneladas de CO2 equivalente reducidas o secuestradas de 2020 a 2050. También que la forestación en tierras degradadas podría reducir/secuestrar 22,04 a 35,09 GT de CO2 equivalente y que la agricultura regenerativa de cultivos anuales, de 15,12 a 23,21 en el mismo período de tiempo.
Uno de los primeros proyectos apoyados por Antom fue Conciencia, cuyo fin es conservar, proteger y reforestar 214 hectáreas de bosques nativos en El Foyel (Patagonia). Con prácticas como exclusión de ganado, reforestación con especies nativas y monitoreo del estado del bosque, el proyecto tiene un potencial de secuestro de carbono de alrededor de 50.000 toneladas.
Podemos citar también al chileno Bosko, que busca llenar los suelos de bosques densos usando la técnica Miyawaki (método de aforestación basado en observaciones de bosques nativos). Bosko crea bosques donde antes no había, lleva a cabo proyectos de restauración ecológica o de paisajismo regenerativo, y hace consultoría y capacitaciones en el método Miyawaki.
Volviendo al océano, el también chileno Huiro Regenerativo promueve el cultivo de algas en zonas concesionadas a salmoneras para regenerar el ecosistema marino: las algas son grandes fijadoras de CO2, absorben nitrógeno y generan oxígeno, por lo cual su efecto es clave para recuperar zonas que sufrieron el impacto de la cría intensiva de salmón.
Además de emprendimientos con fines de lucro, hay también organizaciones del tercer sector que trabajan en NBS low-fi, especialmente en conservación y regeneración de ecosistemas. En esta línea, felicitamos a nuestros amigos de Rewilding Argentina, dedicados a la conservación y regeneración a través de la reintroducción de especies clave. Luego de años de trabajo lograron que nacieran yaguaretés silvestres en Argentina, ¡por primera vez en 70 años!
Lo que viene (agenda)
4 de agosto. Conversatorio Ley Cambio Climático (Chile). A mediados de junio Chile promulgó su Ley Marco de Cambio Climático, cuyo objetivo es crear las condiciones para que el país sea neutro en CO2 y resiliente al clima para 2050, a más tardar. Para explorar las oportunidades de innovación y emprendimientos que abre para el sector tecnológico, la organización #ClimatetechChile organiza un conversatorio (presencial y virtual) el 4 de agosto. Inscripción: https://es.surveymonkey.com/r/CZ7VJ7R
Hasta el 5 de agosto. Abierta la convocatoria para participar de ADAPT: Innovación para un Futuro más Resiliente en Latinoamérica, programa de aceleración de Village Capital para startups de la región enfocadas en cambio climático, salud y bienestar y movilidad económica. Más info: https://staging.vilcap.com/programs/adapt-innovacion-para-un-futuro-mas-resiliente
10 de agosto. Desafío ClimateTech: Corporate reverse pitch (virtual). Empresas y organizaciones latinoamericanas buscan emprendimientos tecnológicos con quienes colaborar y enfrentar retos ambientales. En este #ReversePitchCIVLAC, un grupo de representantes de empresas como CEMEX Ventures, Enel Group, Emasa, Empresas Públicas de Medellín - EPM, ISA Interconexión Eléctrica S.A. E.S.P., Sancor Seguros Ventures, Sumitomo Corporation of Americas, Telefónica y el Grupo Banco Interamericano de Desarrollo contarán, entre otras cosas, lo que buscan en una startup, si invierten en ellas, cómo lo hacen, cuánto invierten y cómo las impulsan. Inscripción: https://us06web.zoom.us/webinar/register/WN_8eRoyHzoRDqs7Zko7RQ89g
Hasta el 12 de agosto. Convocatoria: Tokens digitales para la biodiversidad. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), mediante su laboratorio de innovación, BID Lab, y en colaboración con el Laboratorio de Capital Natural y el apoyo de LACChain, busca apoyar soluciones innovadoras que aprovechen el poder de los tokens digitales como herramientas para avanzar en la conservación de la biodiversidad y la acción climática. Las propuestas deben centrarse en impactar positivamente a las poblaciones pobres y vulnerables. A su vez, deben aspirar a ser implementados en uno o más de los 26 países beneficiarios del BID. Más info: https://convocatorias.iadb.org/es/bid-lab/tokens-digitales-para-la-biodiversidad
30 de agosto al 2 de septiembre. Congreso colombiano de ecología. Tiene como objetivo propiciar y prolongar espacios de debate, intercambio y exposición de resultados, experiencias y aprendizajes en el área de la Ecología y ciencias afines a nivel nacional e internacional. Más info: https://www.arasari-ci.com/cce2022
Hasta el 31 de agosto. Abierta la convocatoria para aplicar a los grants de la marca outdoor Patagonia Chile, que financian proyectos que busquen proteger ecosistemas y comunidades para enfrentar los actuales conflictos planetarios debido a la crisis climática. Este año la empresa priorizará proyectos con un enfoque interseccional que combinen justicia social y ambiental. Más info y aplicaciones: https://cl.patagonia.com/pages/como-financiamos
Hasta el 16 de septiembre. Heineken Green Challenge, una iniciativa de la marca de cerveza e INCmty, premiará a emprendimientos innovadores de eficiencia energética en movilidad, transporte y logística, en la edificación, en labores agrícolas, manejo sostenible de la energía en la industria, eficiencia urbana - ciudades inteligentes, en la vida diaria y en el procesamiento de información. Hay premios de 500 mil a 50 mil pesos mexicanos para los ganadores (24 mil a 2.500 dólares). Más info: https://heineken.incmty.com
Lo que pasó
LATAM explora captura directa de CO2. La empresa aérea cerró un acuerdo con Airbus y otras aerolíneas para explorar oportunidades para la eliminación de CO2 de la atmósfera a través de Direct Air Carbon Capture and Storage (DACCS). De esta forma, LATAM se vuelve pionera en evaluar este mecanismo de reducción de emisiones en Latinoamérica. Más info: https://www.diariosustentable.com/2022/07/latam-avanza-un-paso-mas-en-su-camino-hacia-la-descarbonizacion/
Y llegamos al final de esta edición. Este mes Kyoto se portó mejor que el pasado, cuando no me dejaba tipear porque le gustaba acurrucarse entre el teclado y el monitor. Esta vez fue al revés: se fue a pasear y no quería volver, estaba muy cómodo entre los árboles. Si quieren saber quién es Kyoto, busquen al gato en la foto. ¡Hasta la próxima edición de Pulso!