Litio en la transición energética: Inversores y startups innovando para una cadena justa y sostenible
Exploramos este tema desde su potencial para emprendimientos climatech. ¿Cómo responde Latam a la demanda global? ¿en qué áreas hay innovación?
Si bien los emprendimientos de la cadena de producción del litio no entran en los verticales de Antom, en esta edición de Pulso nos propusimos aprender de este tema tan relevante para Latam, y compartir el resultado con el ecosistema climatech. Es una edición larga, pero preferimos no recortar info. Si les aparece incompleta, encuentran el resto (¡y la agenda!) en este link.
La humanidad conoce este elemento desde 1817, pero empezó a tomar notoriedad en la última década, a medida que creció su demanda para la producción de baterías recargables —esenciales para la transición energética.
En la lista de soluciones climáticas de Drawdown.org, la generación eólica terrestre, la generación solar a gran escala, la generación solar distribuida, la energía solar concentrada, la generación eólica marina y los autos eléctricos están entre las 40 soluciones con mayor potencial de disminución de emisiones de CO2 (en reemplazo de la generación y uso de combustibles fósiles). Como las renovables dependen de factores climáticos imprevisibles, para que estén disponibles continuamente necesitamos almacenarlas en baterías de enorme capacidad.
Las baterías de iones de litio tienen una serie de ventajas sobre otras: dan más energía con menor tamaño/peso, se cargan más rápido, requieren poco mantenimiento y duran más (Clean Energy Institute tiene una buena explicación tecnica).
A pesar de que ya están avanzando otros tipos de baterías (como las de sodio), necesitaremos mucho litio para llegar a net zero. ¿Cuánto y para qué? ¿Se puede suministrar en forma ambientalmente responsable? ¿Qué startups están trabajando en el área? Ahí vamos.
Mercado global de litio: entre altibajos y grandes esperanzas
Desde 2015 la producción de litio viene creciendo, sobre todo en Australia, Chile y China, y llegó a un récord de 130.474 toneladas en 2022 (Energy Institute - Statistical Review of World Energy).
Sin embargo, en 2023 empezó una fuerte caída de su precio. La tonelada de litio llegó a un pico en noviembre de 2022, cuando costaba unos USD 84.000, y desde ahí cayó un 80%, hasta llegar a unos USD 13.500 a fines de diciembre de 2023 (Trading economics).
¿Por qué? Algunas causas incluyen el aumento en la oferta de las baterías, y una baja en las expectativas en el mercado de autos eléctricos. De acuerdo a un análisis de Wood Mackenzie, gracias a una expansión en la fabricación en los últimos años, la oferta en 2023 creció un 45%, y aunque las ventas de autos eléctricos también crecieron, superó la demanda. Por otro lado, las ventas de autos eléctricos están aumentando, pero no en la medida esperada. Reuters informó en octubre que por primera vez se vendieron alrededor de 300.000 unidades en Estados Unidos en el tercer trimestre, y crecieron 14,3% en la Unión Europea y 22% en China; pero que los fabricantes advierten que en 2024 bajará la demanda (Honda y GM dieron de baja un ambicioso plan con inversión de 5.000 millones de USD para desarrollar un auto eléctrico de bajo costo).
Los productores de litio se mantienen bullish sobre la demanda del material y aseguran que la volatilidad del mercado es a corto plazo, ya que la electrificación va a seguir creciendo.
Desde TechEnergy Ventures, fondo corporativo de Tecpetrol, que está desarrollando la cadena de valor del litio como complemento de sus negocios tradicionales, Tomás Rauch aporta la mirada de la empresa: “Según algunos especialistas, un valor esperado posible largo está en el orden de 20.000 USD por tonelada, empujado por el balance entre crecimiento de la demanda del mineral y un equilibrio con la oferta esperada. La corrección de precios nos empuja a buscar tecnologías que nos ayuden a optimizar el costo de producción asociado a nuestro plan de desarrollo para alcanzar precios competitivos y buscar eslabones en donde poder participar dentro de la cadena de valor”, comenta.
Las estimaciones de demanda del litio acompañan las expectativas de los productores: desde 2022 a 2050, las tecnologías de energías limpias demandarán 19.500.000 de toneladas métricas de litio (70% para baterías de autos eléctricos), de acuerdo a Energy Transitions Comission (“coalición de líderes del sector energético comprometidos a llegar a net zero para 2050”). La producción actual está en alrededor de 130.000 tn anuales, y ETC proyecta que para 2030 la demanda será de 760.000 tn anuales, y que oferta y demanda se nivelarán en 500.000 tn anuales hacia 2050.
Hay diversos datos sobre el lugar que ocupa Latinoamérica en el mercado mundial de litio de acuerdo a los términos que se usan. Cuando se habla de ‘recursos’ (concentración sobre la corteza terrestre cuantificada y con posibilidad de ser extraída), el triángulo del litio de Bolivia-Argentina-Chile está en los primeros tres lugares; aunque cuando se habla de ‘reservas’ (la parte del recurso que se verificó que puede ser explotada bajo las condiciones económicas, técnicas y legales establecidas), los primeros lugares son para Chile, Australia y Argentina. El sitio Chequeado tiene gráficos claros al respecto:
Chile tiene un rol predominante porque además de tener el recurso, desarrolló las condiciones para promover la extracción. Pero, más allá del presente, el desarrollo de la cadena productiva presenta una oportunidad para la región —si se lleva a cabo en forma responsable.
Cabe mencionar que parece haber una ventana de oportunidad, ya que han aparecido nuevas reservas: hace unos días se descubrió una mina con un millón de toneladas en China, y se confirmaron reservas en Estados Unidos.
Algunas empresas presentes en la región con proyectos en etapas de exploración, estudios técnicos o exploración son la china Ganfeng Lithium, la australiana Arcadium (unión de la norteamericana Livent y la australiana Allkem), SQM, Tecpetrol, Lithium Chile, Argentina Lithium & Energy y Lithium Energy LTD, por nombrar algunas. En Bolivia, la principal es la estatal Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB). En mayo de 2023, el gobierno chileno anunció la creación de una sociedad común entre la empresa estatal Codelco (actualmente extractora de cobre) y SQM, que a partir del 1 de enero de 2025 operará en el Salar de Atacama hasta 2060, incorporando “tecnologías que permitan avanzar hacia el equilibrio hídrico del ecosistema, así como la participación activa de las comunidades del territorio”.
“El triángulo de litio jugará un rol estratégico en la industria. Argentina se ha convertido en un imán para inversores, desde 2020 se han anunciado inversiones por más de 4,2 mil millones de dólares y proyectos con capacidades anunciadas a 2025 de más de 250.000 kilotoneladas anuales de litio carbonato equivalente (más de siete veces la capacidad productiva del país en 2022). Chile es hoy el primer productor mundial a partir de salmueras y el segundo en general después de Australia. Su crecimiento en los próximos años está asociado a la expansión de capacidad instalada de los salares en operación/desarrollo (Atacama y Maricunga), esperando alcanzar las 300 kilotoneladas anuales (30% más que la capacidad en operación hoy)”, comenta Tomás Rauch. “El desafío más grande, a mi entender, es desarrollar el sector a escala sin incurrir en impactos ambientales y sociales significativos”.
Sustentabilidad de la cadena de producción del litio
La extracción de litio se realiza principalmente por medio de la evaporación de salmueras y por medio de minería tradicional.
El primer método se lleva a cabo en salares, que son un tipo de humedal. Victoria Flexer, doctora en química y directora del Centro de Investigación y Desarrollo en Materiales Avanzados y Almacenamiento de Energía de Jujuy, se lo explicó a Chequeado de la siguiente manera:
“Se trae la salmuera a la superficie por medio de un sistema de bombeo, se la vuelca en grandes piletones y se espera que por acción del viento y del sol, el agua se vaya evaporando y no sólo el litio sino todas las sales comiencen a subir en concentración. Las que no nos interesan cristalizan, precipitan, y lo que obtenemos al final del proceso es una salmuera concentrada que tiene no menos de 10 veces y hasta 50 veces más litio que al principio”.
Este proceso de evaporación es largo, puede llevar de 10 meses a 2 años, dependiendo de las condiciones meteorológicas y la concentración de la salmuera inicial. Cuando la salmuera está suficientemente concentrada, se lleva a cabo un proceso de carbonatación y se obtiene lo que se comercializa como carbonato de litio.
Notamos que los salares son humedales porque el agua es central en las preocupaciones ambientales que surgen de la explotación de litio. Como explica un informe de la ONG FARN, estos ecosistemas son muy frágiles y su dinámica depende de la interconexión entre los cuerpos de agua superficiales, los subterráneos (acuíferos) y las precipitaciones.
El agua dulce subterránea es producto de escasas lluvias y deshielos acumulados en los bordes de las salinas, por encima del agua salobre. A veces se argumenta que el agua que se bombea para la extracción de litio no es a priori “potable”, pero el vaciamiento de las napas de agua salobre produce un desplazamiento del agua dulce hacia la zona central: “Este corrimiento del agua dulce hacia el centro del salar lleva a la salinización, por lo que se pierde como reserva de agua dulce”, indica FARN. “Además, la extracción de agua dulce o salmuera causa la profundización del nivel de agua, lo cual puede generar el agotamiento de manantiales, lagos, lagunas y demás aguas superficiales conectadas a la cuenca, así como la disminución o cese del proceso natural de evaporación”.
“La extracción de los volúmenes de agua dulce y salobre provoca serios desbalances hídricos y disturbios hidrogeológicos entre aguas superficiales y subterráneas y aguas modernas y fósiles dentro de la cuenca ‘cerrada’ intervenida, así como en cuencas “cerradas” adyacentes conectadas (Corenthal et al., 2016). Esto causa impactos negativos sobre los paisajes hidrológicos, la biodiversidad y los modos de vida de las comunidades locales, mucho más allá del área de afectación directa de extracción de salmueras y agua dulce para su procesamiento”, cita el informe de FARN.
Una alternativa es conseguir un equilibrio entre agua dulce y salobre, o bien desarrollar métodos de extracción que no involucren la evaporación. Estos de hecho están en pleno desarrollo: se agrupan bajo el término Extracción Directa de Litio (DLE por sus siglas en inglés; ver sección de startups).
FARN agrega que la minería de litio también genera la degradación de los ecosistemas de los humedales debido a las obras de infraestructura, la merma o inutilización de la producción de sal común en las salinas, el desplazamiento de animales y degradación de las pasturas que forman parte de estos ecosistemas. Y el residuo de la producción son sales sobre concentradas que, mezcladas con otros compuestos, se consideran residuos peligrosos.
El segundo método que se utiliza para extraer litio de minerales como la espodumena o la petalita es la minería convencional: las rocas se trituran y se someten a procesos químicos para separar el litio de otros elementos. La espodumena, por ejemplo, se somete a un proceso llamado "proceso de calcinación", donde se calienta para convertirla en una forma más soluble. Después, el litio se extrae a través de procesos de lixiviación, donde se utilizan solventes para separarlo de los demás componentes. Finalmente, se purifica.
Este proceso, del cual actualmente se extrae el 60% del litio, es tres veces más intensivo en emisiones de CO2 que la extracción de salares (Benchmark Source). Sus impactos negativos son similares a los de otros tipos de minería: uso intensivo de energía, alteración de ecosistemas y contaminación de agua, aunque no encontramos datos numéricos sobre el impacto.
Dentro de la discusión sobre la sostenibilidad de las operaciones de litio, un tema clave en Latinoamérica es la licencia social de las operaciones por parte de las poblaciones que habitan los territorios. La ONG Fundar tiene un informe que aborda los desafíos de la explotación justa y sostenible.
La investigadora María Victoria Arias Mahiques, del equipo de Fundar, aporta: “Uno de los puntos más importantes es lograr la convivencia de la minería de litio con otras actividades económicas regionales. Mitigar impactos negativos de la minería de litio sobre las prácticas sociales y culturales, desarrollar buenas prácticas de relacionamiento entre la sociedad civil y las empresas mineras y proveedoras, y dar asistencia técnica a los pueblos indígenas”. Continúa: “En términos ambientales, la emergencia de métodos de extracción que reducen la huella hídrica también presenta oportunidades. Y en el sector público, se pueden desarrollar nuevos métodos participativos que permitan un diálogo multiactor, fortalecer las capacidades mediante formación, y adquirir equipamiento para el monitoreo y el procesamiento de datos que recolectan las autoridades de control”.
Startups y empresas transformando la industria del litio y de baterías
Veamos qué inversiones, startups e innovaciones están avanzando para mejorar aspectos ambientales de la cadena de producción de litio, y asegurar que la transición energética sea lo más sustentable y justo posible.
La empresa SQM (Chile) lanzó en 2022 el fondo corporativo SQM Lithium Ventures, que impulsa proyectos en etapa seed a través de un programa de aceleración con Endeavor y financia emprendimientos más avanzados (rondas serie A).
Su directora, Ángeles Romo, nos cuenta: “Nuestras tres verticales son agua, litio y electromovilidad. El primero tiene que ver con tecnologías e innovaciones que busquen devolver agua al sistema, el segundo con aquellas soluciones que mejoren los procesos de producción de materia prima, y el tercero con vehículos, cargadores y baterías. Buscamos emprendimientos que agreguen mucho valor al negocio core de la empresa, pero también que puedan nutrirse de la inteligencia de SQM sobre este mercado”.
El fondo ya llevó adelante dos ediciones del certamen con Endeavor y acaba de lanzar la tercera (ver la sección “Agenda”, abajo), en los que participaron un total de 13 proyectos. Los mismos reciben un grant de 25.000 USD y se sumergen en un programa de cuatro meses, al final pueden presentar sus soluciones tanto a SQM como a otros fondos invitados. El fondo puede elegir sumar 100.000 a 200.000 USD en concepto de safe a proyectos seleccionados (dos proyectos regionales fueron seleccionados para esta etapa). “Para este programa buscamos tecnologías, prototipos, ideas, no hay restricciones. Pueden ser proyectos sin ventas ni revenue, pero sí que tengan un potencial de convertirse en negocios”.
Robert Shepherd, que coordina el programa de inversiones en serie A, comenta que el fondo ya aportó 3 millones de USD a la startup estadounidense Electric Era, que desarrolló un método de carga rápida para automóviles; y 2,57 millones de USD a la inglesa Altlithium, que trabaja en la descarbonización de las cadenas de suministro de la industria automotriz por medio del reciclaje de materias primas.
“El mundo cambió y las demandas se empiezan a movilizar hacia el espacio de la descarbonización. Hay una gran oportunidad y hay crecimiento. El riesgo es que la velocidad con la que se están dando los cambios, la forma en la que se difunde la información, se adoptan tecnologías o aparecen nuevas oportunidades, hace que la ventana de oportunidad sea acotada. Por eso será crucial la conjunción entre ciencia, tecnología y visión de negocios en los emprendimientos”, vislumbra Romo.
Para Tomás Rauch, de TechEnergy Ventures, las áreas de mayor oportunidad de innovación, donde el fondo está buscando invertir, son las tecnologías de extracción directa de litio, tecnologías de downstream con mayor flexibilidad y una reducción de costos, y reciclaje de baterías.
“Las DLE pueden tener variados principios de funcionamiento (adsorción, absorción, intercambio iónico, membranas). Se encuentran en una fase temprana de desarrollo, cada una tiene sus ventajas y desventajas y existen importantes oportunidades en el desarrollo de tecnologías que logren reducir tanto el CAPEX (costos de instalación) como el OPEX (energía, químicos, materiales consumibles) necesarios para extraer y concentrar salmueras. Estas mejoras reducen los costos de producción, pueden solucionar problemas operativos e incluso permiten la producción a partir de recursos de menor calidad (por ejemplo, en salmueras más diluidas o con más impurezas)”, explica.
“Rotulamos como downstream a las tecnologías que logran transformar salmueras concentradas en hidróxido/carbonato de litio. Si bien hay tecnologías de carbonatación disponibles comercialmente, se están desarrollando nuevas alternativas que logran agrupar procesos y/o hacer más eficiente el uso de recursos. Finalmente, en el reciclaje podemos ver diferentes approaches tecnológicos con distintos productos resultantes. Es clave entender la versatilidad para reciclar diferentes tipos de baterías y cómo será la integración dentro de la cadena de valor”, agrega Rauch.
TechEnergy Ventures analizó y estuvo en contacto con más de 50 proyectos, pero aún no ha realizado inversiones. “Uno de los objetivos de este año es poder traer valor a través de inversiones y apoyar diversas iniciativas en el segmento. Si tienen una empresa, y les resuena alguno de los temas que se mencionaron, felices de entrar en contacto y ver oportunidades de colaboración”, cierra.
Como mencionan los entrevistados, una de las principales áreas de innovación tiene que ver con DLE, para reducir el impacto del vaciamiento de las napas de salmuera y no afectar el balance hídrico de las cuencas. La DLE consiste en bombear la salmuera y extraer el litio sin evaporar el agua, con la posibilidad de reinyectar el agua en las napas.
Cabe mencionar que la reinyección no es tan sencilla, ya que hay que tener en cuenta dinámicas de flujo por la extracción y movimientos estacionales, para no generar desequilibrios. Según un estudio de Vera et al. (2023) en Nature, “hay poco conocimiento práctico disponible sobre la reinyección de salmuera en cuencas salinas” y “cada depósito debería ser modelado y analizado individualmente para evaluar los riesgos y beneficios de la reinyección”.
Una publicación de la consultora especializada Jade Partners modeló escenarios de re-inyección de salmuera en la zona del salar de Atacama, concluyendo que es factible con debida planificación.
A pesar de que los estudios al respecto son incipientes, estas tecnologías son una gran área de interés para la industria y el sector está en plena expansión.
Rauch comentó que Tecpetrol puso en marcha una de las primeras plantas piloto de DLE en Latinoamérica en febrero de 2022, y que los resultados fueron positivos, por lo cual están en condiciones de escalar la tecnología a un módulo de tamaño industrial que entraría en producción en 2026.
Un ejemplo de startup prominente en esta área es la norteamericana Lilac Solutions, que desarrolló una “tecnología de intercambio de iones” para extracción en salmueras sin evaporación. “Lilac produce perlas de intercambio iónico y provee de éstas a los proyectos. Las perlas se cargan en tanques que se llenan de salmuera y, a medida que la salmuera se infiltra en las perlas, absorben el litio. Una vez que las perlas están saturadas de litio, se utiliza ácido clorhídrico para extraerlo, y como resultado queda cloruro de litio. Luego, se procesa en el mismo lugar para obtener el producto final”.
Esta empresa (serie B, cuyos inversores incluyen a Lowercarbon y Breakthrough Energy) hizo pruebas en Bolivia y se encuentra operando en Argentina en asociación con la australiana Lake Resources en el proyecto Kachi (provincia de Catamarca). Lilac también fue elegida para recibir un subsidio del gobierno de EEUU, que utilizará para desarrollar proyectos en ese país.
Otros emprendimientos internacionales trabajando en soluciones de DLE son Energy X, Minerva Lithium, Sitration, Water Cycle Technologies, Electralith, Lithios y XtraLit.
El proyecto regional Bio Metallum desarrolló un método que utiliza un bioproceso microbiano para extraer metales de la salmuera. En palabras muy sencillas, encontraron y modificaron genéticamente una bacteria que actúa como un “imán” para el litio. La salmuera se procesa en tanques a través de biomembranas con esa bacteria y, una vez extraído el litio, el resto puede volver a reinsertarse en la cuenca.
Los emprendedores Sebastian C. Cogliati y Marcos Pacchiele aseguran que su propuesta mejora la eficiencia de recuperación, reduce el tiempo de extracción, permite la extracción en reservas de menor calidad, minimiza los desechos tóxicos y mantiene la composición de la salmuera, excepto por la reducción de los metales valiosos.
El emprendimiento recibió fondos de SF500 y está incubado en laboratorios del INTI en colaboración con Segemar, que facilitan muestras de salmuera y articulaciones, y se encuentra en contacto con grandes empresas del sector.
Pacchiele agrega que otra ventaja del proceso es que es instantáneo y continuo, y que no tiene dependencia climática. “El método evaporítico tradicional se creó en Chile, donde hay mucha radiación solar, no hay precipitaciones y el litio está muy concentrado. Hay regiones donde los salares tienen menos partes por millón (en la industria se llaman ‘fuentes de baja ley’), donde el litio está más ‘diluido’, y lugares en los que las condiciones climáticas no son tan propicias. En estos lugares es más costoso extraer porque la evaporación toma más tiempo y se extrae menor cantidad de materia prima, entonces no se explota. Es el caso de algunas regiones de Bolivia y Argentina. Nuestro proceso es apto para estas zonas”.
El método prescinde, también, de los productos que se agregan a los piletones de evaporación para lograr que los minerales que compiten con el litio decanten, que generan residuos contaminados. Y, al extraer un litio de mayor pureza, los emprendedores estiman que la etapa posterior, de carbonatación, será más sencilla para las empresas productoras.
En lo que respecta a extracción de litio de roca, la australiana Novalith desarrolló un método para reemplazar ácido sulfúrico por agua carbonatada, disminuyendo el impacto ambiental.
Pasando al ámbito de baterías, un avance son las de litio-metal, que ofrecen mayor intensidad de carga y por lo tanto más autonomía para autos eléctricos. QuantumScape y SES están desarrollando esta tecnología. Varias startups ofrecen baterías de mayor rendimiento y carga más rápida con la incorporación (a través de distintos desarrollos) de ánodos de silicio en lugar de grafito: Sila, StoreDot, Advano, Amprius, Enevate. La sueca Northvolt es una de las empresas con más hype en este ámbito, ya que fue fundada por ex-Teslas. Producen celdas y baterías de iones de litio, de litio-metal y sistemas de almacenamiento para usos industriales, aunque destaca también por estar desarrollando celdas de iones de sodio. A nivel regional, una startup en este ámbito es Dynami (argentina-estadounidense), que desarrolla baterías de litio ultradelgadas a medida, principalmente para IoT, wearables e industrias médicas.
En lo que respecta a automóviles eléctricos, por haber incursionado temprano en el sector Tesla fue hasta hace poco líder en ventas, con 1,8 millones de autos vendidos en total. Pero hace pocos días la empresa china BYD sobrepasó a la compañía de Elon Musk como mayor número de autos vendidos: 525.409 unidades en los últimos tres meses de 2023.
De acuerdo a una nota de CNN, China está avanzando rápidamente en su transición hacia vehículos eléctricos gracias a respaldo gubernamental. Al menos el 20% de nuevos autos vendidos anualmente debían ser de energías alternativas para 2025 (eléctricos, híbridos o vehículos de celdas de combustible de hidrógeno), pero ese objetivo se logró en 2022. Para 2035, estos automóviles deberían convertirse en la "corriente principal" de ventas, aunque es probable que suceda antes.
Para José Márquez, fundador del emprendimiento de movilidad y baterías eléctricas Quantum (Bolivia), “la electromovilidad no son solamente los autos de alta velocidad”:
“En Latinoamérica se consumen cinco veces más motos que autos, es lo que la gente puede comprar y mantener. Eso pasa en casi todos los países de la región, en Brasil, México, Argentina, Bolivia. Por otro lado, los autos más vendidos en países como Bolivia son el Suzuki Celerio, Suzuki Alto, Kia Río, Chevrolet Spark: autos que en Estados Unidos ni se conocen. Esos autos tenemos que cambiar”, dice Márquez.
El empresario venía del mundo de la maquinaria y equipamiento para minería, y empezó a experimentar con vehículos eléctricos hace unos ocho años, buscando reemplazar las carretillas convencionales que se usaban para transportar materiales en las explotaciones mineras artesanales del país. Hoy la empresa vende de 30 a 40 unidades por mes de su modelo compacto tanto en Bolivia como en Paraguay, Perú, El Salvador y México, donde están armando una nueva fábrica. También ensamblan baterías de litio, y están experimentando con reutilización de celdas de baterías de automóviles para otros usos.
Otro modelo de auto local es el compacto Tito, de Argentina. Brasil es un mundo aparte y tiene diversos modelos de BYD, uno de ellos producido a nivel local (Dolphin), pero además recientemente surgió la marca nacional Lecar (del empresario Flávio Figueiredo Assis).
El último eslabón de la cadena es el reciclaje de las baterías de litio. Un proyecto mexicano es Niu Niu Resources, proveedor de metales críticos extraídos de dispositivos electrónicos obsoletos y desechos electrónicos postindustriales. Jugadores a nivel global de este ámbito son Li-Cycle y Primobius (adquirido por Mercedes Benz).
Conciliar velocidad con complejidad
La extracción de recursos naturales es compleja, y más aún en países en vías de desarrollo, donde la oportunidad económica muchas veces mueve a pasar por alto cuestiones ambientales o sociales. Como decía Ángeles Romo, en esta era y con esta materia prima en especial, parece sumarse el factor de la velocidad con la que estamos viendo los cambios. Algo es seguro: la demanda de litio existirá, y la innovación por parte de emprendedores será clave para responder a ella con sostenibilidad ambiental y social.
¿Qué opinan ustedes? ¿trabajan en proyectos vinculados con litio? ¡Los/as invitamos a contarnos respondiendo a este mail o en los comentarios!
Agenda
IGNITE 2024 (Global). Hasta el 5 de febrero de 2024, profesionales de la ciencia y de los negocios que hayan transformado o estén en proceso de transformar ideas científicas en emprendimientos de impacto pueden aplicar a este proceso intensivo de tres meses de transformación y formación de GRIDX, que incluye acompañamiento y una inversión inicial de USD 200.000. Inscripción: https://www.gridexponential.com/apply
Programa de Aceleración Corporativa de SQM Lithium Ventures (Global). SQM y Endeavor abrieron la tercera convocatoria a este programa, que busca startups de Chile y el mundo con soluciones innovadoras que aborden los desafíos de la industria del litio en los verticales agua, litio y electromovilidad. Las 10 seleccionadas recibirán 25.000 USD y participarán de un programa de aceleración. Se puede aplicar hasta el 15 de febrero. Aplicaciones: https://sqm.charly.io/auth/sign_in
Ciudades inteligentes (Argentina). INCUTEX abrió una convocatoria para emprendedores con soluciones para ciudades inteligentes en el marco del programa Córdoba GovTech de BID LAB y CorLab de la Municipalidad de Córdoba (Argentina). Las startups seleccionadas podrán realizar un programa de acompañamiento de 3 meses alineado con el estadío del emprendimiento, y los emprendedores recibirán formación y asistencia técnica, además de conectar con actores del sector. Hasta el 23 de febrero. Más info: https://corlab.cordoba.gob.ar/incutex-corlab-y-bid-lab-convocan-a-startups-con-soluciones-para-ciudades-inteligentes/
Uruguay Innovation Hub (Latam). Este organismo convoca a empresas nacionales e internacionales con experiencia comprobable en creación y aceleración de proyectos biotecnológicos para llevar a cabo el programa Company Builder Bio. Las seleccionadas pueden recibir un APN anual de 300.000 USD por seis años (contra aportes propios no menores al 20%), espacio de oficina por tres años y más. Hasta el 27 de febrero de 2024. Más info: https://uruguayinnovationhub.uy/es/
Latin American Impact Investing Forum. Del 27 al 29 de febrero se lleva a cabo en México este evento orientado a inversionistas, emprendedores, empresas, fondos de capital de riesgo, organizaciones y actores relevantes del ecosistema de impacto de LATAM. Más info: https://flii.org/
Startco (Latam). Un evento para startups que reúne al ecosistema de la región y cuenta con espacio para que los proyectos puedan levantar capital en vivo. Orientado a aquellas en etapas avanzadas y con ingresos mínimos anuales de USD 25.000. El 14 y 15 de marzo en Bogotá (Colombia). Más info: https://startco.com.co